Cultura y Pop: Dogma 95

yuvan ringtone br &BGM994u bgm ringtone br &BGM994yuan ringtone bgm br &BGM994yuvan bgm ringtone br &BGM994tamil love ringtone br &BGM994ringtone br &BGM994u ringtone br &BGM994yuvan bgm whatsapp status tamil br &BGM994best love whatsapp status tamil br &BGM994tamil ringtone br &BGM994tamil ringtones br &BGM994tamil bgm ringtone br &BGM994best tamil ringtones br &BGM994best tamil ringtone bgm br &BGM994best tamil ringtone br &BGM994best tamil ringtone songs br &BGM994best tamil ringtones bgm br &BGM994best tamil ringtones app br &BGM994best couple ringtone tamil br &BGM994best tamil ringtones br &BGM994best tamil ringtones br

Recent Posts

Opinión
/ 10 junio 2025

La polémica se desató. Pero leer estas reglas es entender cómo las películas —ya desde entonces— se han convertido en productos ultraprocesados

Hace treinta años, en medio de las celebraciones en París por los cien años del cine, y en plena discusión sobre su futuro, un par de directores daneses se descolgaron con un manifiesto al que llamaron Dogma 95.

Lars von Trier y Thomas Vinterberg estaban hartos de ver películas llenas de efectos especiales, escenas computarizadas, y trucos de postproducción, y querían devolver la preponderancia a la historia, la actuación, y el tema. Para que una película fuera “certificada” como Dogma, informaron, tenía que atenerse a varias reglas. Entre otras: El rodaje debía realizarse en exteriores, y no se permitía la presencia de utilería ni decorados: si la historia requería una utilería específica, se debía elegir una ubicación donde ya se encontrara. El sonido nunca debía producirse independientemente de las imágenes, ni viceversa. La cámara debía ser portátil, y solo se permitían los movimientos que se pudieran lograr con la mano. La película debía ser a color, y no se permitía iluminación especial. Además, la historia debía desarrollarse en el presente.

La polémica se desató. Pero leer estas reglas es entender cómo las películas —ya desde entonces— se han convertido en productos ultraprocesados, y tan caras de hacer por toda la tecnología y postproducción requerida, que al filmarlas muchas decisiones pasan a manos de quienes las financian, obligando a los directores a comprometer su visión artística.

(Recuerdo que el director mexicano Arturo Ripstein se echó a reír: en México los recursos económicos y tecnológicos para hacer películas independientes eran tan limitados, dijo, que su generación se había pasado la vida haciendo películas Dogma sin saberlo.)

TE PUEDE INTERESAR: ¿Fue justo? Desestima juez demanda multimillonaria de Justin Baldoni contra Blake Lively

El movimiento, que se disolvió tan solo diez años más tarde, dio lugar a treinta y cinco películas “oficiales.” Un puñado fueron buenas —las limitaciones potencian la creatividad— varias fueron bodrios difíciles de ver, y un par aberraciones. Después algunos de los directores revelaron que habían hecho “trampa” — es decir, que no habían seguido las reglas del movimiento en algunas de sus escenas.

Que sintieran la necesidad de confesarlo explica por qué Dogma se convirtió en un movimiento marginal y terminó por morir. Sus miembros se volvieron tan intolerantes y estrictos que terminaron por convertir a sus reglas no en una guía para reflexionar en la esencia de la historia que se quería contar, sino en un objetivo por sí mismas, y terminaron por distorsionar a las películas tanto como los trucos de postproducción que detestaban.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM