Una camarera de un restaurante austríaco que llevaba seis meses trabajando a todo ritmo, le pidió un aumento de sueldo a su jefe, quien le concedió el incremento en la remuneración tanto verbalmente como por escrito a través de WhatsApp.

Tal y como recoge el medio de comunicación austríaco Heute, al mes siguiente, efectivamente, se produjo un cambio en el sueldo de la camarera, pero no el esperado por la mujer de 38 años.

El salario de la camarera pasó a convertirse en 0 euros. La mujer, aunque contaba con la respuesta positiva de su jefe a la petición de aumento de sueldo, dejó de recibir dinero pese a haber trabajado.

Ante esa situación, la camarera, que concretamente trabajaba en la ciudad de Mödling (perteneciente al estado de Baja Austria) se puso en contacto con la Cámara de Comercio de Mödling.

En la organización le recomendaron a la mujer que le diera a la empresa una prórroga por escrito para que le abonaran su salario. Después de que esa comunicación no surtiera efecto, la camarera presentó su renuncia voluntaria al puesto de trabajo.

Al tratarse de una renuncia voluntaria causada por la falta de pago, la trabajadora tenía derecho a que le pagaran no únicamente su sueldo pendiente sino también una indemnización por despido.

El caso fue llevado a los tribunales y la camarera salió victoriosa. En declaraciones a Heute, el presidente de la Cámara de Trabajo de Baja Austria, Markus Wieser, ha informado de que "mediante un acuerdo judicial, la víctima recibió más de 6.100 euros netos".